Otitis externa pediatría pdf

Tratamiento de la otitis externa del lactante

La otitis externa, comúnmente conocida como oído de nadador, se produce cuando se altera la capa protectora de cera del conducto, haciéndolo susceptible de infección. Esto suele ocurrir con la presencia frecuente de agua en el conducto auditivo, que deja la piel irritada. También puede ocurrir tras una lesión en el conducto en forma de bastoncillos de algodón, uñas o un cuerpo extraño.

La infección suele comenzar con picor y una sensación de plenitud que puede evolucionar a dolor intenso. Si el conducto auditivo se mueve al masticar o tirar de la oreja, la persona puede experimentar dolor. A veces hay fiebre.

El tratamiento consiste en gotas medicinales y evitar la entrada de agua u otros cuerpos extraños en el oído. Si la afección es grave, puede colocarse una mecha en el conducto auditivo y mantenerla húmeda con gotas para los oídos.

La prevención consiste en evitar aplicadores con punta de algodón, horquillas, uñas u otros objetos extraños en el conducto auditivo. En el caso de los nadadores, se pueden utilizar gotas después de nadar para intentar prevenir esta afección. Se pueden comprar gotas premezcladas en la farmacia o utilizar alcohol para secar el conducto. También se puede mezclar una parte de alcohol con una parte de vinagre, como alternativa.

Gotas óticas para la otitis externa pediátrica

La tabla 2 muestra la incidencia de OMA por cada 100 PEP por grupos de edad. El grupo de edad que presentó las tasas más elevadas de OMA única y recurrente fue el de 3-4 años, seguido del de 1-2 años, mientras que la tasa más baja se observó en los niños de 5-6 años (Tabla 2). Se observaron variaciones estacionales en todas las edades (figura 2).Tabla 2

Características de los episodios de OMALa tabla 3 muestra la aparición de síntomas por tipo de OMA y grupo de edad. Se notificó dolor de oído en el 55,6% de los niños con OMA única y en el 50,4% de los que presentaron OMA recurrente, y fiebre (≥38 °C) en el 49,9% y el 39,4%, respectivamente. En general, la proporción de niños con dolor de oído aumentó con la edad, mientras que la proporción de niños con fiebre disminuyó con la edad en ambos grupos. La tos fue el tercer síntoma más frecuente en los niños con OMA única o recurrente (26,9% frente a 33,3%; p = <0,0001), siendo mayor en los niños más pequeños. Se notificó otorrea espontánea en aproximadamente el 6% de los niños de ambos grupos.Tabla 3

Paola Marchisio.Información adicionalIntereses en conflictoNingún autor tiene conflictos de intereses que declarar. GSK-BIO apoyó el estudio mediante una subvención educativa sin restricciones.Contribuciones de los autoresPM ha participado en el análisis y la interpretación de los datos y en la redacción y revisión del manuscrito. LC, SG, GP, DD, AS, han hecho contribuciones sustanciales a la concepción y el diseño, y la adquisición de datos, y el análisis y la interpretación de los datos. MS ha hecho contribuciones sustanciales a la concepción y el diseño y ha participado en la revisión crítica del manuscrito. MV ha participado en el análisis de los datos y en la redacción del manuscrito. CG ha hecho contribuciones sustanciales a la concepción y diseño, y la adquisición de datos, y el análisis y la interpretación de los datos y ha participado profundamente en la revisión del manuscrito. Todos los autores leyeron y aprobaron el manuscrito final.Archivos originales presentados por los autores para las imágenesA continuación se presentan los enlaces a los archivos originales presentados por los autores para las imágenes.

Otitis externa maligna

Fig. 3Proporción de respuestas al cuestionario Otitis Media-6 (OM-6). Las puntuaciones del OM-6 oscilan entre 0 y 100. Las puntuaciones más altas se asocian con un mayor efecto negativo de la infección de oído en el niño/cuidador.

Se realizaron correlaciones entre las puntuaciones PAR-AOM-QOL, las puntuaciones OM-6 QoL y los valores del índice EQ-5D de los padres (Tabla 4). Hubo una relación positiva entre la alteración emocional de los padres y la alteración diaria (coeficiente = 0,53) y entre la alteración emocional de los padres y la CdV de su hijo basada en los ítems OM-6 (coeficiente = 0,37). La mayoría de las demás variables de carga de enfermedad estaban débilmente correlacionadas (Tabla 4).Tabla 4 Correlaciones de las variables de carga de enfermedad (n = 110)Tabla de tamaño completo

Bruce Crawford, Keiko Wada, Cheryl Coon y Michael DeRosa son o fueron empleados de Adelphi Values que recibieron honorarios como consultores de GSK en relación con el desarrollo de este estudio y manuscrito. Adelphi Values recibió honorarios de consultoría del grupo de empresas GSK por el diseño y la ejecución del estudio, la realización del análisis de datos y la redacción del informe resumido. Genevieve Meier y Emmanuelle Delgleize son o fueron empleadas del grupo de empresas GSK y declaran ser propietarias de acciones restringidas del grupo de empresas GSK. Siti Sabzah Mohd Hashim, Narayanan Prepageran y Goh Bee See declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Otitis externa aguda

Las infecciones del oído medio suelen ser consecuencia de un mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio, un conducto que une el oído medio con la zona de la garganta. La trompa de Eustaquio ayuda a igualar la presión entre el oído externo y el oído medio. Cuando esta trompa no funciona correctamente, impide el drenaje normal del líquido del oído medio, lo que provoca una acumulación de líquido detrás del tímpano. Cuando este líquido no puede drenar, permite el crecimiento de bacterias y virus en el oído que puede conducir a la otitis media aguda. Las siguientes son algunas de las razones por las que la trompa de Eustaquio puede no funcionar correctamente:

Además de una historia médica completa y un examen físico, el médico de su hijo inspeccionará el oído externo (s) y el tímpano (s) utilizando un otoscopio. El otoscopio es un instrumento con luz que permite al médico ver el interior del oído. Un otoscopio neumático insufla una bocanada de aire en el oído para comprobar el movimiento del tímpano.

La timpanometría es una prueba que puede realizarse en la mayoría de las consultas de los profesionales sanitarios para ayudar a determinar cómo funciona el oído medio. No indica si el niño oye o no, sino que ayuda a detectar cualquier cambio de presión en el oído medio. Es una prueba difícil de realizar en niños pequeños porque el niño debe permanecer quieto y no llorar, hablar ni moverse.

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