Curso limites y rabietas lucia mi pediatra

Rabietas incontrolables

El síndrome de Prader-Willi (SPW) es un trastorno genético complejo que requiere la supervisión de un equipo interdisciplinario y cuidados intensivos por parte de los padres. Hasta ahora hay poca información sobre personas con SPW en Brasil. Nuestro objetivo fue describir los problemas de salud y los tratamientos utilizados por las personas con SPW en Brasil y su relación con la calidad de vida de sus padres. Los padres respondieron cuestionarios sobre la historia médica y de ejercicios de sus hijos, problemas de comportamiento, características sociodemográficas y su propia calidad de vida. Resultados: Las respuestas de los participantes mostraron problemas de salud similares a los de otros países. La ansiedad y las rabietas fueron los problemas de comportamiento más citados por los padres. Los padres de personas con SPW tuvieron puntuaciones más bajas con respecto a la calidad de vida que la población brasileña. Los problemas de comportamiento en personas con SPW se asociaron negativamente con la calidad de vida de sus padres. Condiciones médicas y de comportamiento en los niños se asociaron con menor calidad de vida en los padres. Concluimos que los cuidados de salud no deben ser dirigidos solamente a aquellos con SPW, sino también a sus padres.

Crianza cristiana de los niños pequeños

Este artículo toma en consideración la asociación entre el maltrato infantil y la violencia en la pareja (VPI), así como sus implicaciones para el desarrollo saludable de los niños. En general, los programas de crianza no tienen en cuenta los antecedentes de VPI que pueden presentar los participantes. Por lo tanto, no suelen ofrecer una ayuda especial a las madres víctimas para hacer frente a sus problemas emocionales y a otras dificultades que puedan encontrar en la educación de sus hijos. El presente artículo ofrece una descripción del Projeto Parceria (Proyecto Asociación), un programa brasileño para madres con antecedentes de VPI, tras una breve revisión sobre los programas de crianza. Dicho programa abarca dos unidades: una psicoterapéutica y otra educativa. La unidad psicoterapéutica se ocupa de los aspectos emocionales asociados a una historia de VPI, maximizando así los aspectos de habilidades parentales y manejo del comportamiento infantil de la unidad educativa. Se presentan ejemplos de estudios que utilizan el Projeto Parceria indicando resultados positivos y sugiriendo futuras investigaciones para probar el proyecto ampliamente en evaluaciones de control aleatorias.

¿A qué edad puede un niño controlar sus emociones?

Philip A. Pizzo.Derechos y permisosReimpresiones y permisosSobre este artículoCite este artículoPizzo, P. Conferencia del Premio John Howland 2012 de la Sociedad Americana de Pediatría: los pediatras deben ser el modelo para la convergencia de la ciencia y la medicina.

Pediatr Res 72, 324-328 (2012). https://doi.org/10.1038/pr.2012.83Download citationShare this articleCualquier persona con la que compartas el siguiente enlace podrá leer este contenido:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard

Cómo ayudar a un niño a regular sus emociones

Cuando un niño tiene hambre, está cansado, indispuesto o aburrido, es más probable que se porte mal. Una rutina estructurada puede ayudar a reducir estos efectos. Proporcionar a los niños libros, juguetes educativos o juegos puede reducir su mal comportamiento en situaciones en las que pueden aburrirse (como viajes largos en coche, salas de espera del médico o largas colas en el banco).

Otra necesidad de los niños es llamar la atención. Si no reciben atención de sus padres, a veces una atención negativa es mejor que ninguna atención, así que se comportarán mal para llamar la atención de sus padres, por ejemplo gritando, peleándose con sus hermanos, dando portazos o tirando juguetes. Los lloriqueos, las rabietas y el mal comportamiento pueden verse reforzados si los padres les prestan atención, aunque sea atención negativa, como gritos o bofetadas. El comportamiento se refuerza aún más si el progenitor cede ante el niño. En esta situación, lo mejor es ignorar el mal comportamiento y reforzar el bueno.

Los niños que se sienten seguros desarrollan una sensación de seguridad y una mayor autoestima. Cuando los niños no se sienten seguros, pueden comportarse mal de muchas maneras. Poner a prueba los límites es una forma de asegurarse de que realmente los hay. Aunque a veces no lo parezca, los niños necesitan saber que existen límites, y saberlo puede ayudarles a sentirse más seguros y protegidos. Desarrollar una rutina estructurada y una crianza coherente puede ayudar al niño a sentirse más seguro y a reducir el mal comportamiento.

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